Metilcelulosa es un aditivo alimentario común. Está hecho de celulosa natural a través de la modificación química. Tiene una buena estabilidad, gelificaciones y propiedades de espesamiento y se usa ampliamente en la industria alimentaria. Como una sustancia modificada artificialmente, su seguridad en los alimentos ha sido una preocupación durante mucho tiempo.

1. Propiedades y funciones de metilcelulosa
La estructura molecular de la metilcelulosa se basa en elβ-1,4 unidad de glucosa, que se forma reemplazando algunos grupos hidroxilo con grupos metoxi. Es soluble en agua fría y puede formar un gel reversible bajo ciertas condiciones. Tiene un buen engrosamiento, emulsificación, suspensión, estabilidad y propiedades de retención de agua. Estas funciones lo hacen ampliamente utilizado en pan, pasteles, bebidas, productos lácteos, alimentos congelados y otros campos. Por ejemplo, puede mejorar la textura de la masa y retrasar el envejecimiento; En los alimentos congelados, puede mejorar la resistencia de congelación-descongelación.
A pesar de sus diversas funciones, la metilcelulosa misma no se absorbe ni se metaboliza en el cuerpo humano. Después de la ingestión, se excreta principalmente a través del tracto digestivo en una forma no descompuesta, lo que hace que su impacto directo en el cuerpo humano parezca limitado. Sin embargo, esta característica también ha despertado la preocupación de las personas de que su ingesta a largo plazo puede afectar la salud intestinal.
2. Evaluación toxicológica y estudios de seguridad
Múltiples estudios toxicológicos han demostrado que la metilcelulosa tiene una buena biocompatibilidad y baja toxicidad. Los resultados de las pruebas de toxicidad aguda mostraron que su LD50 (dosis letal mediana) fue mucho mayor que la cantidad utilizada en los aditivos alimentarios convencionales, que muestra una alta seguridad. En las pruebas de toxicidad a largo plazo, las ratas, ratones y otros animales no mostraron reacciones adversas significativas bajo alimentación a largo plazo a altas dosis, incluidos riesgos como la carcinogenicidad, la teratogenicidad y la toxicidad reproductiva.
Además, el efecto de la metilcelulosa en el intestino humano también se ha estudiado ampliamente. Debido a que no se digiere y absorbe, la metilcelulosa puede aumentar el volumen de las heces, promover el peristalsis intestinal y tiene ciertos beneficios para aliviar el estreñimiento. Al mismo tiempo, no se fermenta por la flora intestinal, reduciendo el riesgo de flatulencia o dolor abdominal.
3. Regulaciones y normas
El uso de metilcelulosa como aditivo alimentario está estrictamente regulado en todo el mundo. Según la evaluación del Comité Conjunto de Expertos de Expertos sobre Aditivos de Alimentos (JECFA) bajo la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta diaria permitida (ADI) de metilcelulosa "no está especificada" no está especificado ", indicando que es seguro usarlo dentro de la dosis recomendada.
En los Estados Unidos, la metilcelulosa figura como una sustancia generalmente reconocida como segura (Gras) por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). En la Unión Europea, se clasifica como aditivo alimentario E461, y su uso máximo en diferentes alimentos se especifica claramente. En China, el uso de metilcelulosa también está regulado por el "Estándar de uso de aditivo alimentarios nacionales de seguridad alimentaria" (GB 2760), que requiere un control estricto de la dosis de acuerdo con el tipo de alimentos.

4. Consideraciones de seguridad en aplicaciones prácticas
Aunque la seguridad general de la metilcelulosa es relativamente alta, su aplicación en los alimentos aún debe prestar atención a los siguientes puntos:
Dosis: la adición excesiva puede cambiar la textura de los alimentos y afectar la calidad sensorial; Al mismo tiempo, la ingesta excesiva de sustancias de alta fibra puede causar hinchazón o molestia digestiva leve.
Población objetivo: para las personas con función intestinal débil (como los ancianos o los niños pequeños), las altas dosis de metilcelulosa pueden causar indigestión a corto plazo, por lo que debe seleccionarse con precaución.
Interacción con otros ingredientes: en algunas formulaciones de alimentos, la metilcelulosa puede tener un efecto sinérgico con otros aditivos o ingredientes, y sus efectos combinados deben considerarse.
5. Resumen y perspectiva
En general,metilcelulosa es un aditivo alimentario seguro y efectivo que no causará un daño significativo a la salud humana dentro de un rango razonable de uso. Sus propiedades no absorbibles lo hacen relativamente estable en el tracto digestivo y pueden traer ciertos beneficios para la salud. Sin embargo, para garantizar aún más su seguridad en el uso a largo plazo, es necesario continuar prestando atención a los estudios toxicológicos relevantes y los datos de la aplicación práctica, especialmente su impacto en las poblaciones especiales.
Con el desarrollo de la industria alimentaria y la mejora de la demanda de la calidad de los alimentos de los consumidores, el alcance del uso de metilcelulosa puede ampliarse aún más. En el futuro, se deben explorar aplicaciones más innovadoras sobre la premisa de garantizar la seguridad alimentaria para aportar un mayor valor a la industria alimentaria.
Tiempo de publicación: diciembre-21-2024